21.11.06

Vomitando odios e inspiraciones

Tengo tanta mierda acumulada, tanto odio dentro…
Me llenan de escepticismo los miedos, las inseguridades que habéis tabicado en mi interior…
Y no hay más, a veces me da la impresión de que me da miedo ser yo, volar con las alas desplegadas con todos los músculos de mi cuerpo relajados, simplemente volando
No puedo planificar el día siguiente porque no se si seguiré viviendo o ya estaré siendo abocada en un ataúd del que pienso salir con garras, dientes y furia.
Jamás volveré a hundirme en el lodo de la dejadez!
Veinte años sin que nadie te haya besado por amor duelen demasiado…
Soy un vertedero de cosas que no me gusta haber pasado, un cúmulo de residuos tóxicos que me ahogan y me hacen no poder disfrutar del aire limpio.
Veo todo el cielo del color de las nubes de polución de las ciudades, cuando me encuentro bajo el cielo raso de los montes más limpios de mi tierra.

He perdido tantas veces la sangre de mis venas… que parece que cuando ella las riega vayan a reventar de sentirla pasar por sus paredes.
Odio tanto porque se que es muy difícil recibir lo que yo tengo en mi interior para dar, tal vez exija demasiado… simplemente que me quieran con toda el alma como yo quiero.
Iría al fin del mundo si hiciera falta, haría lo que fuera, a pesar de mi escepticismo, pero mi vida valdría la pena solo por estar con esa persona a la que quiero.
Tengo demasiado odio acumulado, demasiada mierda que me oprime el corazón y le hace derramar lágrimas en forma de miedo.
He amado tanto, di tantas cosas en cada beso… puse tanta pasión silenciosa en cada uno, en cada caricia… jaja para que después hayan sido rotas delante de mis narices como quien rompe un papel sucio de rayotes…
He dado tanto sin haber tenido nada a cambio, ni siquiera correspondencia… que mi corazón ha quedado como un perro apaleado que tiene miedo a ser vuelto a fustigar.
Hoy me he dado cuenta de que soy presa de todos mis miedos, me he dado cuenta de lo dependiente de ellos que soy, justamente cuando más independiente de ellos quiero serlo, justamente en el momento en el que creía haberme hecho más fuerte, descubro que mi armadura esta construida con pedazos de mis miedos… que mi escepticismo no es más que una coraza que la sal de las lágrimas ha ido formando para proteger mi gran romanticismo, la capacidad de amar que tengo…
Ahora mi corazón empieza a latir, a latir fuerte, pero cuanto más fuerte late, más se siente oprimido por el frío hierro del escepticismo que lo quiere proteger.

Acabo de darme cuenta de lo vulnerable que he sido, del daño que me he dejado hacer, de lo ciega que he tenido las gafas con las que miraba mi mundo.
Es como si me hubiera quitado las gafas, y me hubiera hundido al ver la realidad, al ver que el sol brilla, los árboles aún existen y sus hojas aún hondean únicamente al son del viento.
He llorado hasta hartarme, hasta acurrucarme y sentirme caer, para poder sacar todo el coraje de mi interior y levantar la cabeza bien alta.

13.11.06

Caricias sin cuentagotas

Besos en la mejilla, regalados por la riada de sentimientos del corazón
besos pequeños, que esconden prudencia
besos que no pueden besar, a pesar de que sea lo que más desean
tengo besos apasionados pero cautelosos, con miedo de mostrar toda la pasión que detrás de la piel se esconde

Acaricio con la mirada, porque si rozo tu piel me pierdo en tu laberinto
acaricio sentimientos dormidos por la obligación de callar
acaricio palabras que dibujan caricias, porqeu las manos no pueden acariciar
te regalo caricias con cuentagotas, porque no puedo nadar en el mar

Vivo en un goteo de sensaciones, porque mi cuerpo no me deja disfrutarlas en una piscina
acaricio sin acariciar porque no puedo olvidarme de las riendas que me atan
te beso sin besarte, porque si un beso se me escapara vendrían mil detrás
no quiero esperar más para poder dar caricias con alas

11.11.06

Encerrada en miradas de cristal

Miro a través de los cristales de mi ventana, un mundo exterior que parece estar lejos de mi.
Miro la gente que va y viene pensando en sus historias, ajena a lo que pasa por detrás de cada una de las ventanas que como ensimismados ojos observan a esos autómatas que caminan por las calles con un destino incierto para mi.
Miro encerrada en mi jaula de algodones, deseando ser mirada por esos miles de ojitos de cristal que pueblan la superficie de las fincas, esperando ser el objetivo de sus discretas miradas.
Con ganas de cambiar mi situación de observador a observado, porque eso supondrá que podre actuar, hacer, ir y venir con un rumbo que sólo yo sabré.
Con ganas de salir de mi cascarón y acabar con esta abstinencia de todo, excepto de comer y descansar.
Se que echaré de menos este no hacer nada, aunque sea por obligación, pero aun así echo de menos la autonomía que durante tantos meses he disfrutado.
Me siento como atada de pies y manos, porque mi cuerpo se siente en medio-condiciones de ir y venir, a pesar de que los "jefes" de la salud consideran que todavía no estoy lo suficiente "niquelada" como para vagar a mi aire por mi vida.
Siento cómo cuesta reprimirse, cómo cuesta dejar pasar lo que quieres hacer, los sentimientos que quieres expresar, y más que nunca notas la falta que te hace sentir un abrazo, sentir como esos labios que amas te acarician y te besan...
Cómo cuesta silenciar esos sentimientos que desean poder besar y acariciar esos besos que amas...

7.11.06

Adiós Paco!

Hoy escribo a Paco Fernández Ochoa.

No ha sido una persona de la que haya seguido su carrera, ni tampoco ha sido uno de esos personajes que han marcado mi vida, simplemente le tenía un particular afecto, y de ello me di cuenta cuando dijo públicamente que tenía cancer.

Me ha impresionado y me ha dolido que haya fallecido. No me lo esperaba. No en su caso.
Me ha hecho pensar mucho durante esta tarde y ha sido durante el reportaje y desde el momento en que me he enterado de esta noticia cuando me he puesto a pensar y valorar la suerte que tenemos de estar sanos, al mismo tiempo que sentir cómo en esta vida colgamos todos de ella por un hilo, tal vez porque este saliendo de una enfermedad, aunque sea un grano de arena comparado con el desierto que puede ser un cancer.
Me he mirado yo, y me he avergonzado de haberme quejado en algunos momentos y haberme medio venido abajo por tener una mononucleosis. Me he sentido muy muy ridícula a su lado, pero al mismo tiempo me he enorgullecido, de ver que todo lo que él decía, a mi se me ha pasado por la cabeza estos días que estoy de baja, y que gracias a Dios lo he podido valorar sólo con una mononucleosis.
El apreciar todas esas pequeñas cosas... una visita, una llamada, un rayo de luz, una comida buena, el poder andar a paso ligero durante mucho rato y no sentirte tambalearte... y todas las grandes cosas también... simplemente apreciar la salud que tenía, al echarla en falta estos días.

Un cáncer, un accidente... son tijeras que todos los días merodean por nuestros hilos, son el bombo de una lotería en la que todos jugamos y que cada día da premios, cada día premia a una bola.
Hoy le ha tocado a él, como algún día me tocará a mi, pero realmente ha sido impresionante el ver cómo hace una semana estaba levantando los brazos en su homenaje, jugaba con su nieto, hablaba con la voz entera, sonriendo, gastando bromas y sobre todo... "como si nada".
Me ha impresionado la entereza, la valentía, la fuerza que este hombre ha tenido para aceptar y revelarse a la muerte, a pesar de saber que ésta lo estaba apuntando con su dedo.
Me ha impresionado cómo ha sabido vivir al máximo y disfrutar ese momento que tal vez fuera el último, sin pensar en que podía serlo, sino simplemente exprimiéndolo al máximo, porque al fin y al cabo eso es lo que nos queda.

Me siento mal conmigo misma de haber desperdiciado momentos pensando en "mañana lo haré", y me alegro de no haberlo hecho en otros momentos. Nunca sabemos si dentro de unos minutos seguiremos vivos para poder hacer eso que hemos aparcado para mañana.
Por eso mismo no entiendo a todas esas personas que se dedican a desperdiciar su vida consumiendo drogas y cometiendo locuras... Esta claro que la vida es lo único que tenemos, que tenemos que vivirla al máximo, pero es muy corta para ir desperdiciando sus pequeñas gotas día a día. A veces, vivir al límite nos puede resultar demasiado caro, y en este examen no hay recuperaciones...

Tal vez, lo que siento ahora sea la consecuencia de una serie de acontecimientos acumulados, el enterarme de que una chica que conozco de 21 años tiene un cancer, que la madre de mi mejor amigo falleciera muy joven por otro cancer... el mismo Paco... y las innumerables noticias que llegan a tus oidos día a día de gente que padece esta enfermedad...
Hoy no podía irme a dormir sin escribir algo sobre Paco, mi cuerpo no me lo permitía.
Por todo lo que he escrito es por lo que si me pudiera oir, aunque no me haya conocido le diría:

Te admiro!