Tengo tanta mierda acumulada, tanto odio dentro…
Me llenan de escepticismo los miedos, las inseguridades que habéis tabicado en mi interior…
Y no hay más, a veces me da la impresión de que me da miedo ser yo, volar con las alas desplegadas con todos los músculos de mi cuerpo relajados, simplemente volando
No puedo planificar el día siguiente porque no se si seguiré viviendo o ya estaré siendo abocada en un ataúd del que pienso salir con garras, dientes y furia.
Jamás volveré a hundirme en el lodo de la dejadez!
Veinte años sin que nadie te haya besado por amor duelen demasiado…
Soy un vertedero de cosas que no me gusta haber pasado, un cúmulo de residuos tóxicos que me ahogan y me hacen no poder disfrutar del aire limpio.
Veo todo el cielo del color de las nubes de polución de las ciudades, cuando me encuentro bajo el cielo raso de los montes más limpios de mi tierra.
He perdido tantas veces la sangre de mis venas… que parece que cuando ella las riega vayan a reventar de sentirla pasar por sus paredes.
Me llenan de escepticismo los miedos, las inseguridades que habéis tabicado en mi interior…
Y no hay más, a veces me da la impresión de que me da miedo ser yo, volar con las alas desplegadas con todos los músculos de mi cuerpo relajados, simplemente volando
No puedo planificar el día siguiente porque no se si seguiré viviendo o ya estaré siendo abocada en un ataúd del que pienso salir con garras, dientes y furia.
Jamás volveré a hundirme en el lodo de la dejadez!
Veinte años sin que nadie te haya besado por amor duelen demasiado…
Soy un vertedero de cosas que no me gusta haber pasado, un cúmulo de residuos tóxicos que me ahogan y me hacen no poder disfrutar del aire limpio.
Veo todo el cielo del color de las nubes de polución de las ciudades, cuando me encuentro bajo el cielo raso de los montes más limpios de mi tierra.
He perdido tantas veces la sangre de mis venas… que parece que cuando ella las riega vayan a reventar de sentirla pasar por sus paredes.
Odio tanto porque se que es muy difícil recibir lo que yo tengo en mi interior para dar, tal vez exija demasiado… simplemente que me quieran con toda el alma como yo quiero.
Iría al fin del mundo si hiciera falta, haría lo que fuera, a pesar de mi escepticismo, pero mi vida valdría la pena solo por estar con esa persona a la que quiero.
Tengo demasiado odio acumulado, demasiada mierda que me oprime el corazón y le hace derramar lágrimas en forma de miedo.
He amado tanto, di tantas cosas en cada beso… puse tanta pasión silenciosa en cada uno, en cada caricia… jaja para que después hayan sido rotas delante de mis narices como quien rompe un papel sucio de rayotes…
He dado tanto sin haber tenido nada a cambio, ni siquiera correspondencia… que mi corazón ha quedado como un perro apaleado que tiene miedo a ser vuelto a fustigar.
Iría al fin del mundo si hiciera falta, haría lo que fuera, a pesar de mi escepticismo, pero mi vida valdría la pena solo por estar con esa persona a la que quiero.
Tengo demasiado odio acumulado, demasiada mierda que me oprime el corazón y le hace derramar lágrimas en forma de miedo.
He amado tanto, di tantas cosas en cada beso… puse tanta pasión silenciosa en cada uno, en cada caricia… jaja para que después hayan sido rotas delante de mis narices como quien rompe un papel sucio de rayotes…
He dado tanto sin haber tenido nada a cambio, ni siquiera correspondencia… que mi corazón ha quedado como un perro apaleado que tiene miedo a ser vuelto a fustigar.
Hoy me he dado cuenta de que soy presa de todos mis miedos, me he dado cuenta de lo dependiente de ellos que soy, justamente cuando más independiente de ellos quiero serlo, justamente en el momento en el que creía haberme hecho más fuerte, descubro que mi armadura esta construida con pedazos de mis miedos… que mi escepticismo no es más que una coraza que la sal de las lágrimas ha ido formando para proteger mi gran romanticismo, la capacidad de amar que tengo…
Ahora mi corazón empieza a latir, a latir fuerte, pero cuanto más fuerte late, más se siente oprimido por el frío hierro del escepticismo que lo quiere proteger.
Ahora mi corazón empieza a latir, a latir fuerte, pero cuanto más fuerte late, más se siente oprimido por el frío hierro del escepticismo que lo quiere proteger.
Acabo de darme cuenta de lo vulnerable que he sido, del daño que me he dejado hacer, de lo ciega que he tenido las gafas con las que miraba mi mundo.
Es como si me hubiera quitado las gafas, y me hubiera hundido al ver la realidad, al ver que el sol brilla, los árboles aún existen y sus hojas aún hondean únicamente al son del viento.
He llorado hasta hartarme, hasta acurrucarme y sentirme caer, para poder sacar todo el coraje de mi interior y levantar la cabeza bien alta.