27.2.09

Por la rendija del constipado

Aquí me encuentro...
oteando por la rendija de un constipado...
sus entrañas,
introspectando su mente,
su voluntad,
el control que ejerce sobre mi...

Mi cuerpo:
Un lastre de hormigón.
Un peluche dejado caer.

Mis piernas:
Me arrastran, me retienen.
No me dejan flotar, ni correr.

Mi mente:
Lenta como un coche que no avanza sobre el hielo.
Luchando por intentar hablar, flotar, saltar, resurgir...
No puedo más...
Dejadez...

La culpa: el frío y los excesos...

24.2.09

"El odio como motivación"

Que nick más adecuado...
Nunca odiamos simplemente,
El odio te incita,
te induce,
te arrastra hasta conseguir
que hagas lo que él mismo pretende.
Acaba dominandote a ti y a tus pensamientos,
Se convierte en el inspirador de tus actos,
en el protagonista de tus sentimientos,
en la única motivación que encuentran tus finalidades.
Te hace sentir grande, poderoso...
pero realmente solo eres una escoria fruto de sus cenizas.
Solo eres las migajas de su ardiente furor.
Acabas convirtiéndote en el odio mismo,
y eso...

Te impide ser feliz sin que seas consciente de ello.

12.2.09

Nuestro tiempo pasó

Ya ha pasado nuestro tiempo,
el del amor a primera vista,
el de los amores platónicos
y las lágrimas resbalando por las mejillas,

el momento de los versos románticos,
el de las palabras bonitas,
la época de los truanes y las doncellas,
los mitos y los corceles,
ya no hay sueños inalcanzables,
ni anhelos que hagan volar la conciencia.

No entienden nuestro lenguaje,
ya nadie palpita en verso,
y a veces la prosa es demasiado extensa
para recorrer tan solo dos pueblos.

Todo aquello pasó, nadie lanza atrás la vista.

9.2.09

Digno de mención

Este no va a ser un escrito poético, ni una reflexión, ni nada por el estilo, os voy a contar lo que me pasó el otro día.

Me fui por la mañana con mi novio a correr por el río, me llevé unas gafas de sol que me olvidé en el cesped.
No me di cuenta hasta que iba a comer, total que me tocó volver a buscarlas.
No había rastro de ellas, pregunté en todos los sitios que pude, y no habia rastro.
Total, que cuando ya me iba, con toda esperanza perdida, me junté subiendo las escaleras con un chico negro (hay muchos sentados en grupos en el río) que mira por donde, llevaba MIS gafas en la cabeza.
Yo ni corta ni perezosa le suelto: "OYE, Esas gafas son mías. Si si esas gafas, las que llevas..."
Se paró, le comenté todo, que había venido a buscarlas, y me preguntó "¿a qué hora?" las había perdido, se la dije; me preguntó "¿dónde?" las había perdido, se lo dije; y sin poner ningún pero, se las quitó de la cabeza y me las dió, después de regalarme una sonrisa... y decirme que un "compañero" se las había "dado".


Jamás habría esperado una reacción como esa...
No por ser negro... sino de ningún ser humano, y mucho menos de un español... me habría discutido hasta la saciedad que no eran mías...

Digno de mención, sin duda alguna.

No te conozco, pero de todas formas...

MUCHAS GRACIAS!