29.4.20

Vidas por dibujar

Como un folio en blanco, con todos sus espacios por dibujar, con todos sus márgenes dispuestos a recibir apuntes a lápiz, con su pié de página abierto de par en par esperando dar la bienvenida a los propietarios de las citas. 
Como un espolín recostado en la mesa de corte, esperando los patrones para cobrar vida,  deseando sentir el rasgado de las formas con que acariciar los contornos de su habitante y vestir esa piel que lo hará caminar.
Como un bloque de mármol de ojos cerrados, abrazos separados y sentimientos dormidos, sin historia que transmitir, ni expresión que simular, ni sentimientos que encerrar, guardando entre esos trozos sobrantes el talento del mago que de su arte los desprenda.
Como escenario sin telón, de luces apagadas y butacas acurrucadas, sin taconeo retumbando en los palcos, ni versos caminando entre su aire, aplausos ensordecidos e interpretaciones dormitadas.
Como calles en vacaciones, balcones de aplausos y ventanas observantes, alcobas de inquietudes apasionadas y sueños sin alarma, relojes palpitantes y noches interminadas.

Delante de nosotros un futuro por escribir, un mundo por reinventar, un niño a quien oír, un respeto por reeducar, un progreso que asir, un sentido común por edificar, cientos de empleos por revivir y mil valores que desempolvar.

En cada una de las calles una libertad que restringir, un aire que conservar, un sosiego que restituir,  un respeto que demostrar, un parque al que divertir y un gorrión al que respetar. 

Nuestras manos las garantes, nuestra voluntad la pionera, nuestra perseverancia la embajadora y nuestro sentido común... 
La más necesaria de las esperanzas.