Me leo en tus palabras

Me leo en tus palabras,
en las comas y en los puntos suspensivos...
Veo mis pensamientos en tus poemas,
en tu forma de decir,
en tu forma de omitir...

Y me echo de menos,
cuando las llemas de mis dedos
palpitaban rozando las teclas,
y vivían saltando entre ellas.

Me echo de menos...

Liberando fotografías.

Ya no parpadeas ni resaltan tus colores,
tus fotografías no tintinean entre ellas,
guardianas de todos esos momentos que atrapan
en un fino manto de brillo.
La lente de tu objetivo libera panorámicas,
las deja vivir sin su prisión,
indiferentes al vuelo de tu mirada,
que ya no esclaviza a anclarse en el tiempo.

Cuatro paredes

Cuatro paredes amarillas
intimidadas por una gran columna
dos grandes rayos de sol invadiendo mi terreno
mi espacio vital,
mi aura habitable.

Dimos el paso,
nos lanzamos a la pendiente,
en una caida sin límite
de placer o de angustia,
una carrera de fondo
que solo tendrá fin
cuando nosotros queramos...

Tal vez pronto...
Tal vez nunca...

Cuatro paredes...
desde hoy sereis mis amigas!

La última hoja del calendario

Hoy es mi último día de libertad
hoy es mi última noche de niña.

Las agujas del reloj han pasado rápido,
las hojas del calendario se han caido de golpe
y mi vida parece estar en el borde
de una grandísima pendiente descendente.

La ves venir, pero no te puedes escapar,
sabes que es tu camino,
sabes que es el camino,
que no te vas a caer,
y si te caes,
solo tendrás que volverte a levantar.

Miras el suelo que se extiende bajo de tus pies,
y sabes que si das un paso más,
ya nada será igual.

Miras hacia atrás,
miras hacia tu lado,
hacia abajo,
al lado,
atrás,
abajo...

Quieres que se congele este momento,
y sabes que es imposible,
que el calendario volverá a dejar caer su hoja,
que el reloj volverá a mover su segundero,
y que tu tendrás que dar tu paso...
como todo el mundo ha hecho,
como todos debemos hacerlo...