30.10.06

Los problemas y las nubes

Dicen que es cuando nos ponemos malos cuando realmente valoramos la fortaleza que tenemos al estar sanos, y que es en ese momento cuando echamos de menos algo que de normal no apreciamos.
No hay verdad más grande en este mundo.

Cuando estas bien de salud, no piensas en ella, simplemente está ahí, como si fuera algo obligatorio que debe acompañarte, como si su obligación fuera estar cerca de ti, porque así lo has contratado, y no es así.
La salud es como la suerte, va y viene.
Hay veces que esta mucho tiempo contigo y otras que se va y se olvida de ti.
Es por ello que en esos momentos en que la salud se aleja de ti, es cuando pareces hundirte y creer que todo está negro, como un cielo de octubre a punto de descargar una gota fría.

Los problemas de salud suelen ser uno de esos tipos de problemas que más nos afectan, junto con los problemas de dinero y de amor (está claro que a cada uno le afectan unos en mayor o menor grado), pero lo que hay que tener en cuenta es que por mal que vayan las cosas, por gordos que sean los problemas, siempre habrá algo a nuestro alrededor que nos dará una pequeña alegría, una llamada que no esperas, una visita de tus amigos, una buena noticia que esperabas conocer... aunque estes malo, no tengas dinero y tu futuro de estudiante se haya torcido, siempre hay algo que te hace tirar hacia adelante con todas tus fuerzas.

Ahí esta la clave de la felicidad, el saber encontrar esas pequeñas cosas y saber hacer de ellas la prioridad en nuestras preocupaciones, no sumirnos en que estamos malos, que no tenemos dinero y que no has podido matricularte para hacer el doctorado, sino sumirnos en que tu chico se ha pasado para verte y has estado con él una hora, que has podido darle un abrazo, que tus amigos han venido a verte un ratito y que han querido preocuparse por ti, que ya estas mejor y que te sientes con más fuerzas, en lugar de pensar que estas malo y que no puedes hacer nada.
Simplemente valorar ese abrazo, esa sonrisa, esa llamada y pensar: si no puedo hacer nada, voy a ocupar este tiempo en cuidarme, en mimarme que... Qué narices... Ya me hacía falta!!!, tomarte una baja no como un suplicio, sino como un tiempo de descanso... con algún dolorcillo...

Simplemente darte cuenta de que los problemas son como las nubes, que hay tiempos en que ocupan tu cielo, pero siempre hay pequeñas brisas de aire que harán que esas nubes pasen y se habran claros.

PD: Muchas gracias a todos por ser mis brisas de aire.

1 comentario:

Makafu dijo...

Cuanta razón...
Hoy me necesito igual de fuerte que entonces...
Pero ahora ya no sopla el aire...