29.9.14

Como si nada

Llegaste de la nada,
del mundo de los muertos,
como un espectro sin vida
al que las miradas fueron
devolviendo su corporeidad.

El reloj marcó su voluntad durante 10 minutos,
los únicos en los que nuestra memoria
parecía recordar los años de distancia
que nos han separado.

Como si nada,
risas, complicidades,
y confidencias varias empezaron a fluir entre tu y yo
como siempre había pasado
como debía haber pasado…

Todo tuvo un por qué,
a pesar de que parezca inutil,
a pesar de los millones de preguntas,
las lágrimas derramadas,
las plegarias para que todo fuese un sueño
tuvieron su explicación,
tuvieron su resolución.

Tal cual te dije: ya puedo morir tranquila…
Las dos metas más inalcanzables
que quería alcanzar en esta vida,
las he sobrepasado…

Ya puedo morir tranquila...


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