la más virgen de las nieves
encima de mis pensamientos,
por debajo de mis raíces,
respiro hondo...
El blanco invade mi mente,
mis palabras,
cada una de las caricias sobre el teclado.
Solo queda eso...
Blanco...
No hay situación que más me relaje que sentarme bajo la sombra de un frondoso árbol y dejar que los pensamientos fluyan a su antojo, mientras la suave brisa de las montañas te hace olvidar el estrés de la vida urbana.
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