3.12.08

Miradas

Cristales opacos frente a la retina del alma, esconden el color de mi sinceridad. Mirando el negro ovalado, dejando resbalar gotas por su cristal.

A cara descubierta, sin escudo ni antifaz, en combate silencioso se cruzan las negras dagas, hirientes como afiladas agujas de azabachado acero, penetrando en el alma y escrutando su más íntimo pensamiento. Osado caballero quien su valentía arriesga manteniendo un pulso con la negra frialdad.

Claros luceros que abren de par en par la luminosidad de su misteriosa caverna, tranquilos garantes de paz, suaves ráfagas de sosiego que susurran estabilidad. Delicadas caricias intangibles que regalan silenciosas palabras de fina seda. Claras noches oscuras moteadas de las más sinceras estrellas.

Negro fuego encerrado, llamas de penumbra apasionadas y ardientes. Oscuros pensamientos con manos de hielo, que erizan la piel sin palabras que alcancen a rozarla. Titilantes pupilas ardientes seductoras de embrujadas almas.

Pequeñas y distantes puntuaciones que un texto jamás llegará a volver a conocer. Esquivas y altivas. Escurridizas como la negra tinta en manos de paganas miradas. Transparentes actoras de una tragedia que nadie llegará a interpretar. Mudos intérpretes, ciegos lectores, sordos oyentes...

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